Memorias
moleculares
Memoria molecular se denomina a la tecnología de almacenamiento de
datos que utilizan especies moleculares como el elemento de almacenamiento de
datos en lugar de por ejemplo circuitos, magnetismo, materiales inorgánicos o
formas físicas. El componente
molecular puede ser descrito como un interruptor molecular, y puede realizar
esta función por cualquiera de varios mecanismos, incluyendo almacenamiento de
carga, fotocromismo, o cambios en la capacitancia. En un dispositivo de memoria
molecular, cada molécula individual contiene un bit de datos, que conduce a la
capacidad masiva de datos. Sin embargo, los dispositivos prácticos son más
propensos a utilizar un gran número de moléculas para cada bit.
A pesar de la dramática reducción en el tamaño de los transistores
utilizados para la construcción de circuitos integrados destinados al
almacenamiento de datos, la industria sigue buscando métodos alternativos que
sean más eficientes. Se han propuesto decenas de alternativas a las memorias electrónicas utilizadas
masivamente en la actualidad. Ninguna ha logrado hasta el momento demostrar ser
viable (económica o prácticamente) como un producto comercial. Las memorias moleculares necesitan de sustancias químicas capaces de
permanecer estables en al menos dos estados, de manera que pueda guardarse
información codificada en formato
binario. En un soporte tradicional, como un disco duro, esta función la
realizan los grupos de moléculas que cubren la superficie de los discos
internos, capaces de ser magnetizadas en uno u otro sentido.
No es demasiado complicado conseguir sustancias químicas que cumplan estos requisitos. Pero la mayor parte de las moléculas disponibles sufren grandes cambios estructurales al pasar de uno a otro estado. Esto funciona bien en ambientes perfectamente controlados, como un laboratorio, y trabajando solamente con un puñado de moléculas, pero no es aceptable para el mundo real.
No es demasiado complicado conseguir sustancias químicas que cumplan estos requisitos. Pero la mayor parte de las moléculas disponibles sufren grandes cambios estructurales al pasar de uno a otro estado. Esto funciona bien en ambientes perfectamente controlados, como un laboratorio, y trabajando solamente con un puñado de moléculas, pero no es aceptable para el mundo real.
Esta nueva tecnología de memoria molecular está llamada a sustituir a
las actuales memorias Flash NAND. En el año 2008 estas memorias flash se
limitaban a 45 nanómetros. Utilizando el grafeno se podia rebajar el tamaño hasta los 10 nanómetros
tranquilamente. Eso significa que un bit ocupa mucho menos espacio con la nueva
tecnología. Además, al contrario que lo que ocurre con las memorias flash NAND,
que son controladas por tres terminales o cables, las memorias de grafeno
requieren dos terminales, haciéndolas así más viables para arrays
tridimesionales. Así se multiplicaría
la capacidad de los chips en cada capa.
Pero tal y como sucede con la
memoria flash, los chips fabricados con grafeno prácticamente no consumirán
energía mientras los datos permanezcan intactos.